El mundo del cine ha hecho mucho mal. O más que el propio cine, los señores del ministerio que decidían para quien era apta la película o no. A mi, me toco estar mas de una noche sin dormir. Tras el estreno de Toy Story, todo el mundo parecía subirse al carro de los juguetes que cobran vida, y claro, si Toy Story era apta para todos los públicos, como no lo iban a ser otras en las que los pequeños muñecos también cobraban vida, era de lógica el argumento, a priori, era el mismo. Salvando las diferencias con "El muñeco diabólico", hay otra película en la que los monigotes de plástico, acojonan. Esa película es "Pequeños guerreros", película en la que unas figuras de acción sufren algún síndrome extraño y les antoja montar la tercera guerra mundial organizando un genocidio...¡y todo sin salir de casa!
Si con Toy Story me encontraba jugando de manera lamentable al chocolate inglés, tras ver este largometraje, me dedique a jugar con barbies.
Ale...a cuidarse!
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